La imagen de Carolina Marín llorando desolada en el suelo tras romperse el ligamento cruzado de la rodilla y los dos meniscos durante la semifinal de bádminton de las Olimpiadas de París frente a la china He Bing Jiao ha sido una de las más impactantes y conmovedoras de cuantas hemos vivido durante las dos semanas de competición. Y lo más duro de todo es que podría ser la última, ya que tras pasar por quirófano el pasado miércoles la onubense ha reaparecido en un vídeo en el que, abatida, deja en el aire una posible retirada. Confesando que tiene “el alma totalmente destrozada”, Carolina ha re…