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El Papa Francisco concluyó su controvertida visita a Bélgica y Luxemburgo exigiendo el domingo, en una multitudinaria misa en Bruselas, que se juzgue a los clérigos que han cometido abusos sexuales y que los obispos dejen de encubrir sus crímenes. Pero la polémica no se limitó a ese ámbito, porque en su conferencia de prensa durante el vuelo de regreso el domingo, Francisco revisó además los temas espinosos clave de su viaje a Bélgica, elogiando al difunto rey Balduino de Bélgica como un “santo” por haber abdicado por un día en 1990 en lugar de firmar la legislación que legalizaba el aborto. “…

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