María Sánchez emigró al área de Chicago desde México hace unos 30 años. Ahora, a sus 87, sigue viviendo en Estados Unidos sin papeles. Como muchos inmigrantes de larga data, ha trabajado —y pagado impuestos, incluyendo para Medicare— durante todo ese tiempo. Pero Sánchez nunca tuvo seguro médico, y cuando cumplió 65, no pudo inscribirse en Medicare. Nunca ha tenido atención preventiva ni exámenes. No ha tenido chequeos físicos, ni mediciones de colesterol, ni mamografías. “Nada, nada, nada”, dijo. Cuando enfermaba, tardaba en buscar atención médica hasta que estaba tan mal que fue hospitalizad…