El día comienza con lentitud en Rojales, en la Costa Blanca. Es tiempo para dar un paseo en el campo de golf o disfrutar de un café. Así transcurre la vida de los 300.000 ciudadanos británicos, la mayoría retirados, que han elegido España como lugar de residencia. “Hemos trabajado toda nuestra vida, así que queremos disfrutar”, dice un residente británico que pasa la prejubilación junto a su mujer en el centro de Ciudad Quesada, una urbanización en Rojales habitada casi exclusivamente por ciudadanos británicos. En los cafés, la gente lee la prensa inglesa, llena de noticias sobre lugares que d…