El presidente panameño, José Raúl Mulino, ha jurado este lunes el cargo reafirmando que “Panamá no será más un país de tránsito” para los migrantes, a los que ha calificado de “ilegales”, y ha asegurado que apelará “a las solidaridad internacional respecto de la causa que genera el problema”, buscando “soluciones con los países involucrados, sobre todo con Estados Unidos, que es el destino final”. “La visita realizada el pasado viernes nos permitió conocer la magnitud del problema y la dimensión de la crisis humanitaria y ambiental que recae sobre el territorio. No permitiré que Panamá sea un …