La sinagoga de la capital de Polonia fue alcanzada con tres bombas incendiarias o cócteles molotov, y solo sufrió daños mínimos “por tremenda suerte o por milagro”, dijo Schudrich. Horas más tarde, los embajadores de Estados Unidos e Israel se reunieron en el lugar con líderes de la comunidad judía y funcionarios polacos que representaban al presidente, el Parlamento nacional y el Gobierno de la ciudad para condenar el ataque y expresar solidaridad con la comunidad judía de Polonia. Como resultado del impacto de las bombas incendiarias, un área negra resultaba visible cerca de una ventana de l…