Unas pocas noticias sobre una potencial nueva pandemia de gripe es suficiente para hacer que los científicos se empiecen a desesperar por los huevos. Se preocuparon por ellos en 2005, y en 2009, y están preocupados ahora. Es porque millones de huevos de gallina fertilizados siguen siendo el ingrediente principal para fabricar vacunas que, con suerte, protegerán a las personas contra el brote de una nueva cepa de gripe. “Es casi cómico usar una tecnología de los años 40 para una pandemia del siglo XXI”, dijo Rick Bright, quien dirigió la Autoridad de Investigación y Desarrollo Biomédico Avanzad…