En los áridos paisajes de Yemen, una nación que históricamente ha sufrido la escasez de agua, los desafíos han aumentado hasta alcanzar niveles sin precedentes. El uso de agua subterránea que sobrepasa la recarga anual, junto al impacto del cambio climático sobre las lluvias estacionales han intensificado la crisis de escasez de agua. Tras la destrucción de los sistemas de agua y saneamiento por el conflicto, una cifra abrumadora de 14,5 millones de yemeníes perdió el acceso a agua potable para beber. Esta situación hace que se vuelva aún más difícil contener los brotes de enfermedades origina…