Cada vez más estados utilizan fondos de Medicaid para abordar el problema de las armas, financiando programas comunitarios que tienen como meta prevenir masacres. Con estos recursos se están creando más programas de prevención de la violencia, que se han visto abrumados en algunas ciudades por un aumento en la criminalidad violenta desde el inicio de la pandemia de covid-19. Según defensores, una inyección de financiamiento federal confiable podría permitir que estas organizaciones sin fines de lucro amplíen su alcance para llegar a más residentes con mayor riesgo de ser víctimas de disparos, …